JORNADA MUNDIAL POR EL TRABAJO DECENTE

La proporción de la riqueza mundial que se destina a los salarios ha disminuido un 13% en los últimos cuarenta años, pese a que la economía mundial se ha cuadruplicado.


En Europa, las medidas puntuales y mayoritariamente financiadas por el Estado son insuficientes para responder a la inflación y al aumento de los costes como la energía, la alimentación, la vivienda, etc.
La proporción de la riqueza mundial que se destina a los salarios ha disminuido un 13% en los últimos
cuarenta años, pese a que la economía mundial se ha cuadruplicado.

Los cuatro pilares de la agenda del Trabajo Decente aprobada por Naciones Unidas (creación de empleo,
protección social, derechos en el trabajo y diálogo social) están integrados en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y son un compromiso para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y sus mandantes; y los planes de acción del G20, el G7, la UE y otros organismos multilaterales han reafirmado la importancia del trabajo decente para la recuperación de la crisis y el desarrollo sostenible.

El próximo 12 de octubre CCOO y
UGT nos manifestaremos, junto a la
Confederación Europea de Sindicatos
(CES) para reclamar aumentos salariales
decentes, contra la austeridad y por
una economía justa para todas y para
todos, plantando cara a la austeridad y
exigiendo justicia social y mejoraras en
los derechos de la clase trabajadora.

Es más imprescindible que nunca una mejor distribución de la riqueza producida, que también es un
potente instrumento de acción para la lucha contra las desigualdades, en particular entre mujeres y hombres. Los bancos centrales deben abandonar el obsoleto y refutado planteamiento de mantener los salarios bajos para combatir la inflación. Pero también debe desterrarse para siempre la sombra del austericidio, una política que ha demostrado ser incompatible con el trabajo decente.

Sin salarios justos y con austeridad sólo se garantiza pobreza de la mayoría social del país y desigualdad.
El impulso cohesionador y solidario que supuso el Plan de Recuperación europeo como respuesta a la crisis de la pandemia está en riesgo. Algunos gobiernos de peso en la Unión Europea están manifestándose como partidarios de regresar a las políticas de austeridad.

Con medidas que afectarían, entre otros, a los recursos propios de la UE y al Plan Industrial del Pacto Verde, dada la oposición a una nueva emisión de deuda común europea. El trabajo decente y el bienestar de las y los europeos están en juego, por lo que el movimiento sindical europeo nos movilizaremos por un gobierno más democrático de la economía y uno presupuesto europeo suficiente para financiar bienes comunes que promuevan la cohesión social y territorial.

Las dramáticas consecuencias del cambio climático hacen esencial emprender una transición ecológica
socialmente justa, que incluya propuestas inmediatas, que anticipen los impactos e inversiones necesarias, que aseguren el empleo y haga partícipes a las personas trabajadoras de las decisiones que les afectan.


En el mundo, las personas afiliadas a un sindicato ganan entre un 10% y un 25% más que quien no lo
está. La eficacia general de los convenios colectivos negociados por los sindicatos hace que también los y las trabajadoras no afiliadas se beneficien de las mejoras laborales. También la insoportable brecha salarial, que actualmente ronda el 20% a escala global, es sustancialmente inferior cuando las trabajadoras están organizadas, y, en algunos casos, prácticamente desaparece gracias a la negociación colectiva.

EN LA JORNADA MUNDIAL
POR EL TRABAJO DECENTE,
QUE SE CELEBRA EL 7 DE OCTUBRE,
COMISIONES OBRERAS (CCOO)
Y LA UNIÓN GENERAL DE
TRABAJADORAS Y TRABAJADORES (UGT)
EXIGIMOS QUE LAS PERSONAS
TRABAJADORAS ESTÉN EN EL CENTRO
DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

Los sindicatos luchamos contra la desigualdad salarial en todo el mundo, así como contra la explotación
laboral y salarial de las personas migrantes, las remuneraciones por debajo del salario mínimo y contra
la explotación salarial de las personas migrantes, las y los trabajadores más jóvenes y otros grupos discriminados.


En el Día Mundial por el Trabajo Decente queremos hacer una mención especial a la crisis salarial que se
está viviendo en toda Europa.

La reforma de la gobernanza europea no puede, bajo ningún concepto, volver a políticas de austeridad que con frecuencia conllevan disminución de derechos para las y los trabajadores, reformas laborales regresivas, descentralizan la negociación colectiva, favorecen el despido, comprometen la salud y la seguridad en los centros de trabajo y, en definitiva, ahondan solo en la precarización del trabajo, además de recortar en servicios públicos, reducir la protección social, disminuir pensiones, etc.

UGT y CCOO nos solidarizamos con todas y todos los trabajadores del mundo para conseguir que los salarios, la protección social y la negociación colectiva garanticen el trabajo decente para todas y para todos, y reafirman su compromiso con la OIT para hacer de su agenda una realidad.

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