Qué somos y qué defendemos

Nacimos en el siglo XIX, en 1888. Durante el primer tercio del siglo XX alcanzamos el millón de afiliados y, como no había Estado del Bienestar, impulsamos actividades y servicios para mejorar la vida de los trabajadores.

La dictadura franquista ilegalizó al Sindicato, y encarceló, asesinó y represalió a muchos de nuestros miembros. También requisó y expolió nuestro patrimonio.

Pero no desaparecimos, con la ayuda internacional, con nuestros exiliados y sobre todo con la valentía, el coraje y, en algunos casos con la vida de nuestros militantes clandestinos, UGT siguió viva hasta la Transición.

Muerto Franco, y a partir de abril de 1977 los sindicatos de clase fueron legalizados en España.

Nuestra actividad está respaldada por la Constitución Española de 1978 que, en su artículo 7, reconoce la actividad sindical y a las organizaciones sindicales como elementos esenciales del sistema democrático.

Somos una organización progresista, de orientación demócrata, independiente de los Gobierno, los partidos políticos, las confesiones religiosas, las administraciones, y los empleadores.

Nos regimos por la voluntad de los 931.558 afiliados y afiliadas que componen la organización y la financian con sus cuotas.

La ley nos otorga la consideración de ‘sindicato mayoritario’ porque al concurrir a las elecciones sindicales que se celebran en las empresas y los trabajadores eligen a sus representantes, y nuestras candidaturas obtienen el respaldo de más del 32,6% de los delegados.

Es por ese respaldo que la ley nos reconoce el derecho, y la responsabilidad, de representar al conjunto de los trabajadores (no sólo a nuestros afiliados) en negociaciones con el Gobierno o con las empresas.

Defendemos al conjunto de los trabajadores, no a colectivos concretos.

Negociamos más de 3.600 convenios colectivos, que establecen las condiciones de trabajo para alrededor de 10,5 millones de trabajadores.

Tenemos presencia en todo el territorio del Estado español, y en todos los sectores de actividad.

Creemos que la defensa de los trabajadores no tiene fronteras, por eso contribuimos a fundar la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y la Confederación Sindical Internacional (CSI) y participamos activamente en sus órganos de actuación.