Una vez más, y no dejaremos de hacerlo hasta acabar con esta lacra, la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores y Comisiones Obreras de Asturias nos concentramos ante estos juzgados para resaltar la importancia de sumar esfuerzos en la lucha por una sociedad libre y justa, en la que las mujeres tengamos los mismos derechos que los hombres. Y para ello es imprescindible legislar con perspectiva de género y sensibilizar al conjunto de población contra las violencias machistas en todos los ámbitos, también en el mundo laboral.

La violencia contra las mujeres, en todas sus manifestaciones, supone la mayor vulneración de derechos humanos y un atropello a los derechos fundamentales recogidos en nuestra Constitución, además de ser la expresión más extrema de la desigualdad de género, incompatible con el Estado de derecho en una sociedad democrática y con los valores fundamentales de igualdad, libertad y justicia social.

En un momento como el actual, en el que nos enfrentamos a una situación alarmante por el incremento de mujeres asesinadas por sus parejas y exparejas, el aumento de la violencia sexual,  la tendencia creciente de agresiones sexuales en grupo y la rápida intensificación de nuevas formas de violencia que afloran cada vez con mayor fuerza, debemos reflexionar sobre cuáles son los elementos que dificultan la erradicación de la violencia contra las mujeres.

Por ello, la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores y Comisiones Obreras de Asturias creemos necesario continuar con el refuerzo de las políticas de igualdad encaminadas a lograr una solución definitiva a este problema que afecta a un número incalculable de mujeres.

Con esa finalidad, es igualmente esencial aumentar los esfuerzos del conjunto de la sociedad, y a través de esta responsabilidad compartida garantizar los derechos de las víctimas,  con nuestravoluntad de apoyo, denunciando cualquier acción violenta de la que pudieran ser objeto, y mostrando el más absoluto rechazo hacia los agresores.

Al mismo tiempo, asumimos el compromiso de trabajar desde la educación en la prevención de la violencia machista, inculcando a las futuras generaciones el respeto mutuo en sus relaciones, desde el principio de  igualdad entre mujeres y hombres, actuando y apoyando cuantas medidas de coeducación se estimen oportunas para sensibilizar a nuestra infancia y juventud sobre este atentado a la dignidad de la mujer que debemos erradicar. Y cuanto antes.

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