La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores y Comisiones Obreras de Asturias volvemos a concentrarnos, como venimos haciendo todos los meses desde hace años, para denunciar las violencias machistas.

Hay muchas maneras de ejercer la violencia y la más cruel e intolerable es el asesinato de mujeres por el mero hecho de serlo. El pasado año en nuestro país, como recuerda el manifiesto del 8 de Marzo, fueron asesinadas por su pareja o expareja 58 mujeres, una cada seis días.

Hace unos días celebrábamos el Día Europeo por la Igualdad Salarial. Una jornada para seguir denunciando la discriminación que sufrimos en el ámbito laboral, pero que trasciende a todos los ámbitos de la vida. En el que muchas veces tenemos que renunciar a nuestra carrera profesional para dedicarnos a los cuidados familiares, lo cual agranda la brecha salarial, y es una forma más de violencia hacía las mujeres.

La independencia económica es fundamental para poder escapar de la violencia machista que el agresor pueda ejercer sobre nosotras, por eso es tan importante acabar con las brechas y por eso peleamos en todos los ámbitos, para que las mujeres tengamos las mismas oportunidades de acceso y permanencia en el empleo. No podemos dejar a ninguna mujer sin los recursos que pueden salvar su vida y las de sus hijos e hijas.

Dentro de diez días celebramos el 8 de Marzo, y lo haremos con una manifestación en Langreo bajo el lema “A golpe de tacón, dando tira”. Allí volveremos a reivindicar el derecho a la igualdad real efectiva entre mujeres y hombres, objetivo irrenunciable de nuestros sindicatos. Y ello implica conseguir que los espacios de trabajo estén libres de discriminaciones y violencias hacia las mujeres. El manifiesto de este año destaca los avances logrados, pero también señala  las cuestiones pendientes y advierte de los retrocesos.

UGT y CCOO de Asturias hacemos un llamamiento a defender la igualdad ante unas posiciones políticas ultraderechistas parapetadas tras un rearme patriarcal, que hacen seña de identidad de su ataque a los derechos de las mujeres, de su antifeminismo, de su negacionismo de la violencia de género, junto a las campañas de degradación y hostilidad que dirigen hacia el sindicalismo de clase, contribuyendo a vulnerar principios esenciales de la democracia y la Constitución.

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