El presidente de UPTA UGT, Eduardo Abad, y el secretario general de UGT Asturias, ofrecieron hoy en Oviedo una rueda de prensa, para trasladar el análisis de la organización sobre la difícil situación que, a raíz de la pandemia, atraviesa el colectivo de autónomos. Abad advirtió que más de 7.000 negocios y unos 11.000 empleos dependientes de ellos corren peligro en los próximos meses si no se ponen en marcha medidas de apoyo adecuadas, como las relacionadas con el cese extraordinario de actividad, reducción del IVA en hostelería y pequeño comercio para incentivar el consumo, etc.

Entre ellas, y de forma inminente, Abad también considera fundamental una iniciativa por parte de la Agencia Tributaria de cara a este 20 de septiembre, fecha en la que vencen los aplazamientos tributarios de los dos primeros trimestres, así como que, ante la vuelta a las aulas, la cuarentena preventiva y el cuidado de hijos con COVID-19 se considere accidente laboral.

El comercio, según afirmó el presidente de UPTA, es el sector más castigado por la pandemia, con un descenso de las ventas del 70% respecto al anterior verano, junto a la hostelería, que no ha llegado al 60% de la facturación habitual en el periodo estival.

Así, UPTA considera fundamental que el Principado de Asturias vuelva a poner en marcha la ayuda de 400 euros para los autónomos impulsada en marzo ante la declaración del Estado de alarma, pedirá un plan de choque para la digitalización de los autónomos y un cambio de modelo productivo para sectores como el comercio y la hostelería, que «ya han tocado techo». Así lo expondrá Eduardo Abad en su comparecencia la Comisión Especial de Estudio de la gestión de la crisis provocada por la COVID-19 que se celebra en el Parlamento asturiano.

El secretario general de UGT Asturias, Javier Fernández Lanero, ha recordado que el sector de autónomos en el Principado suponen más de 72.000 afiliados, el 20,5% del total. Ha advertido Fernández Lanero de que los rebrotes de coronavirus que se están produciendo hace «más difícil» la supervivencia de sectores como el comercio y la hostelería.

Por ello considera necesario reactivar las medidas puestas en marcha en marzo relacionadas con la pérdida de actividad para no destruir puestos de trabajo. Consciente de que todas las ayudas suponen recursos económicos, Fernández Lanero ha destacado que la destrucción del tejido empresarial supondrá mayor coste económico y social.

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