El mes de junio arroja un nuevo descenso del paro y continúa la senda descendente que comenzó en el año 2014. En términos interanuales cae un 6,6% (4.964 parados menos), ligeramente por encima de la media nacional donde retrocede un 6%, y sitúa la cifra de desempleo en 70.496 parados. Por sectores, todos registran caídas del paro destacando la construcción con el mayor descenso (16%). Esta caída del desempleo no se ve correspondida con el crecimiento en la afiliación, que prácticamente se mantiene con una ligera subida del 0,89% frente al 3,1% que aumenta en el conjunto del país.
Cabe señalar que esta caída del paro viene provocada por la campaña estival lo que pone de manifiesto el carácter estacional del empleo, como se refleja en los datos de temporalidad donde el 92% de los contratos registrados en el mes de junio son temporales lo que sitúa la ratio en un contrato indefinido por cada 12 temporales. A esta mala calidad del empleo se une la del desempleo donde a día de hoy más del 54% de los parados en Asturias ya no cobra prestación, por lo que deben reforzarse los mecanismos de protección social para atender las necesidades de este colectivo.
Las diferencias de género continúan ampliándose al verse las mujeres menos favorecidas por el descenso del paro, con una caída interanual del 5,1% frente al 8,4% entre los hombres. Además el colectivo femenino sufre de manera más intensa la precariedad laboral con mayores niveles de temporalidad, de parcialidad, rotación laboral y salarios más bajos. Otros colectivos más vulnerables, con mayores problemas de inserción laboral, son los mayores de 45 años y los jóvenes.
La puesta en marcha una vez se ratifique el preacuerdo alcanzado a nivel nacional, por patronal y sindicatos, en el ámbito de la negociación colectiva servirá para mejorar la calidad del empleo creado y aumentar los salarios. Asimismo desde la UGT esperamos que el cambio de gobierno en España traiga consigo una mayor apuesta por las políticas activas de empleo que incidan en los colectivos más vulnerables en el mercado laboral como las mujeres, los jóvenes y los mayores de 55 años, a la vez que se pongan en marcha políticas que mejoren la protección social a los desempleados.