Javier Fernández Lanero

Hoy se cumplen 40 años de las primeras elecciones democráticas en nuestros municipios. Pocos días antes los españoles acudían por segunda vez en dos años a las urnas para elegir a Adolfo Suarez como presidente del país.

Sin embargo en esas elecciones locales, las principales ciudades resultaron gobernadas por el PSOE, gracias a la alianza con el PCE. Hoy todavía nos acordamos en Asturias de Jose Manuel Palacio, de Manuel Ponga, de Vital Alvarez-Buylla, de Máximo Gonzalez, de Manuel Marino… pero estas elecciones del 3 de abril de 1979 sobre todo significaron la consolidación de la democracia y la constatación de que ésta efectivamente era una realidad, pues supusieron la llegada de las libertades al ámbito político más cercano y accesible a los ciudadanos, donde está la política que se percibe, que se ve, que se toca, de la que se participa directamente; es la que tenemos en nuestro espacio vital, que es nuestro municipio.

A partir de la llegada de la democracia a los municipios, empezaron las políticas locales en todos los ayuntamientos y ello inició la modernización, el desarrollo y el crecimiento económico de nuestros pueblos y ciudades, gracias entre otras muchas cosas a la implicación y la participación plural de los ciudadanos y ciudadanas en la vida política.

Parece que 40 años es mucho tiempo, pero si se piensa detenidamente parece que fue ayer cuando conseguimos salir de esa cueva profunda y oscura que fue la dictadura y pudimos decidir por nosotros mismos. Por eso tenemos que decir tan alto como podamos que el 28 de abril y el 26 de mayo hay que ir a votar; porque costó mucha sangre que en este país hubiese una democracia. Pagamos con cárceles, exilios y vidas el que hoy todos y todas pudiésemos decidir nuestro futuro, así que nos podemos permitirnos el lujo de no ir a votar.

Vota libremente a quien quieras, pero vota, porque al hacerlo estás dando sentido al trabajo, al esfuerzo, al sacrificio de muchas personas que lo arriesgaron todo -y muchos lo perdieron- para que hoy tú puedas ser libre, decidir y aspirar a tener un futuro y un plan de vida sin que nadie te diga cómo debes vivir, pensar o sentir.

No hay comentarios

Dejar respuesta