El descenso del paro, el avance de la afiliación y la estabilidad en el empleo marcan el cierre del año 2023. Es preciso seguir avanzando en derechos laborales y en la Concertación Regional.
El año cierra con un total de 57.372 parados inscritos en las oficinas de empleo de Asturias. Con ello se produce una caída respecto a 2022 del 7,3% (4.515 parados menos) que se sitúa por encima del -4,6% del conjunto nacional.
Este mejor comportamiento del paro en Asturias se extiende para todos los sectores de actividad salvo Agricultura, donde el desempleo desciende con menor intensidad que en el conjunto nacional.
El dinamismo del mercado laboral se refleja también en la evolución de la afiliación a la Seguridad Social, donde Asturias supera los 380.000 afiliados, un 2% más que en 2022.
Cabe señalar asimismo como la contratación indefinida sigue ganado peso, cerrando el año con un porcentaje del 28% de los contratos registrados de carácter indefinidos (2 puntos más que hace un año).
El 58% del paro lo concentran las mujeres que además desciende más moderadamente (-5,4%) que los hombres (-9,9%).
No obstante, cabe señalar nuestra preocupación por la ralentización en la caída del paro respecto al mes de Noviembre, producido por el avance del desempleo en los sectores de la Construcción y de la Industria que esperemos no se prolonguen en el tiempo.
Con todo podemos hablar de una tendencia favorable en el paro registrado en Asturias y en la necesidad de seguir avanzando por esa senda a lo largo de año que acabamos de empezar y ello de la mano de diálogo social y la concertación regional, donde debemos apostar entre otras medidas por generar empleo de calidad. Será necesario asimismo seguir adaptando el SEPEPA a las nuevas necesidades y exigencias del mercado laboral, tal y como ya se ha comenzado con los cambios en su estructura.
A todo hay que añadir la necesidad de seguir dando pasos hacia la mejora de las condiciones laborales de las personas trabajadoras con incrementos salariales que permitan mantener el poder adquisitivo y la ineludible reducción de la jornada laboral.