La Secretaría de Política sindical ha publicado el análisis sobre la situación sociolaboral de Asturias correspondiente al primer trimestre de 20021 y el boletín mensual de indicadores laborales.
Las principales apreciaciones de ambos estudios, que se pueden consultar en el apartado de informes y análisis de esta web, son las siguientes:
- Cuando se cumple un año de la irrupción de la pandemia y de la declaración del estado de alarma, las secuelas se dejan notar aún con fuerza. A día de hoy es difícil cuantificar el impacto sobre la economía y el empleo, debido a que continúan vigentes mecanismos de protección como los ERTES, herramienta que ha sido fundamental para mantener la renta de las familias y el empleo a la vez que han permitido a muchas empresas no tener que cerrar sus negocios, y que es necesario mantener mientras no se recupere la actividad económica.
- La vacunación y el levantamiento progresivo de las restricciones está permitiendo cierta recuperación de la actividad económica, y determinados indicadores comienzan a mostrar signos positivos.
- La situación social que deja la pandemia es dramática para miles de ciudadanos, que se ven obligados a acudir a las llamadas “colas del hambre”, incluso entre personas que hasta ahora nunca habían necesitado ayuda. Las malas condiciones laborales previas a la llegada de la pandemia con un empleo precario, temporal y con bajos salarios, consecuencia de la reforma laboral y que desde la UGT siempre hemos venido denunciando, ha provocado un empeoramiento de las condiciones de vida de los ciudadanos disparando las tasas de pobreza y exclusión social. De acuerdo con Intermon Oxfam, el Covid ha empujado a 14.900 personas a la pobreza en Asturias.
- Ante este escenario es fundamental que patronal y sindicatos alcancen un acuerdo sobre el V AENC, lo que ayudará sin duda a mejorar las condiciones laborales en los convenios colectivos y será un instrumento de protección para hacer frente al aumento de la pobreza en nuestro país. Ello debe ir acompañado de otras medidas por parte del Gobierno como la subida del SMI o la derogación de la reforma laboral, así como agilizar los trámites para percibir el ingreso mínimo vital.
- En un momento como el actual es inaceptable el anuncio de la banca de llevar a cabo miles de despidos, fundamentalmente CaixaBank y BBVA. Todo ello cuando las entidades financieras se han visto favorecidas por la inyección de fondos públicos para sanear los balances de los bancos, que rondan los 60.000 millones de euros, que no sólo no van a devolver sino que ahora pretenden realizar despidos masivos, cierre de sucursales… Lo que demuestra una vez más la avaricia de la banca y la nula responsabilidad social, todo cuando continúan repartiendo dividendos entre sus directivos, que ya gozan de salarios desorbitados.
- No es menos llamativa la postura del Banco de España, donde aún no ha hecho ninguna declaración al respecto, aunque esta Entidad ya nos tiene acostumbrados a no hacer referencia alguna a sus problemas pero sí parece estar muy preocupada en la regulación de las relaciones laborales del país. En la anterior crisis financiera del año 2008, quedó demostrada su falta de control y supervisión del sistema financiero, que es su misión, tampoco ha exigido responsabilidades a los directivos por el desastre, que obligó al Gobierno a salir a rescatar al sistema financiero. En un momento tan delicado como el actual y con la amenaza de miles de despidos vuelven a dar un paso más y se dedican hablar de la “mochila austríaca” o del despido, irrumpiendo en un debate que no le corresponde y en el que pretende influir.
- En Asturias estamos reivindicando soluciones urgentes para la industria, ante la “emergencia industrial” que atraviesa el pulmón de nuestra economía y empleo. Situación que obliga a exigir que se adopten mecanismos necesarios para paliar el fracaso del estatuto de la industria electrointensiva, estableciendo un marco regulatorio energético estable y competitivo en consonancia con los países de nuestro entorno.