El director general de FADE, Alberto González, y los secretarios generales de UGT y CCOO de Asturias, ofrecieron este mediodía una rueda de prensa con un llamamiento a los grupos de la Junta General del Principado para que impidan la desaparición del Consejo Económico y Social (CES) y reconsideren el voto favorable a la supresión (solo se han posicionado a favor de la continuidad el PSOE e IU) en el pleno que tendrá lugar mañana.
Además, las organizaciones sindicales y empresarial presentaron su alternativa para la modificación del CES que, entre otras cuestiones, contempla mayor papel del Parlamento en detrimento del que viene teniendo el Gobierno regional, una presidencia no profesional ni remunerada a cargo de una persona de prestigio y la incorporación de más colectivos socialmente representativos.
Los agentes económicos y sociales criticaron con dureza la posición política de quienes impulsan este cierre, acción que calificaron de ataque a la calidad democrática. Consideran también que, tanto por mandato constitucional -reconocimiento del papel de sindicatos y organizaciones empresariales- como por la necesidad de disponer de un marco de diálogo social –ahora más que nunca- la existencia del CES debería ser algo indiscutible.
También minimizaron el impacto económico del organismo, que es el principal argumento que esgrimen quienes desean su supresión, puesto que el mayor coste con diferencia es el que atiende a gastos de personal y éste está formado básicamente por empleados públicos que, obviamente, lo seguirían siendo.