En el mes de agosto el paro muestra un nuevo descenso interanual en Asturias: 8,8% (6.994 desempleados menos) y en línea con la media del país (8,5%) lo que nos sitúa en puestos intermedios en el ranking autonómico.
A nivel sectorial, todos presentan caídas del paro destacando en términos absolutos los servicios con 4.149 parados menos, que supone el 59% del descenso total.
A pesar del descenso del paro cabe señalar que la mayor parte de la caída se debe por la campaña de verano, como así lo reflejan los datos de contratación donde los contratos indefinidos caen un 2,4% en términos interanuales mientras que a nivel nacional aumentan un 9,8%. Con ello del total de contratos registrados en el mes de agosto el 94% son temporales, lo que arroja una ratio de un contrato indefinido por cada 16 temporales.
Las diferencias de género continúan en el mercado laboral, debido a que las mujeres se están viendo menos favorecidas por el descenso del paro, donde la caída de los hombres (11,9%) casi duplica a la de las mujeres (6,2%). Esto hace que el peso del desempleo femenino aumente hasta suponer el 56% del paro total. Además de las mujeres, otros colectivos como los jóvenes o los mayores de 55 años no se están viendo favorecidos por la creación de empleo, por lo que debe ponerse en marcha un plan de choque por el empleo que ayude a mejorar la situación de estos colectivos en el que se combinen prestaciones económicas con formación e itinerarios que mejoren su inserción laboral.
Los datos de afiliación a la Seguridad Social muestran una subida del 2,1% (en torno a 7.400 afiliados más), nuevamente un crecimiento menos intenso que la media (3,5%).
Las tasas de cobertura continúan descendiendo y a día de hoy el 53% de los desempleados ya no tiene derecho a prestación. Ante esta situación debe reforzarse la protección social y poner en marcha de manera urgente el programa PREPARA, así como la prestación de ingresos mínimos para rescatar a estas personas de la pobreza y la exclusión social.
La buena marcha de la economía está teniendo su reflejo en la mejora de los beneficios empresariales no así en los salarios que no consiguen recuperar el poder adquisitivo perdido en estos años de crisis. Desde la UGT demandamos unos salarios dignos, por ello en el marco del diálogo social y de la negociación colectiva exigimos un salario mínimo garantizado de 1.000 euros al mes en todos los convenios, a la vez que se aumente el salario mínimo interprofesional hasta los 1.000 euros en 2020.
En el ámbito de la protección social es necesaria una reforma del sistema de prestaciones contributivas y asistenciales para hacerlo más inclusivo y extenso. Así como una apuesta por los Servicios Públicos de Empleo.
A nivel regional deben reforzarse las medidas de fomento de empleo, en el ámbito de la concertación regional, especialmente las dirigidas a los colectivos más vulnerables como mujeres, mayores de 55 años y jóvenes.