La negociación colectiva es un instrumento clave para luchar contra la devaluación de los salarios ||Los jóvenes son uno de los colectivos más afectados y continúan registrando unas tasas de paro inasumibles||Es fundamental también incrementar el gasto en protección social

Las políticas de austeridad y recortes puestas en marcha por el Gobierno nacional han supuesto un fuerte endurecimiento de las condiciones de vida de la población situando a muchos ciudadanos en situaciones límite.

Así, la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social en Asturias aumenta en 3 puntos porcentuales, al pasar del 18,8% al 21,8% entre los años 2009 y 2013, respectivamente. Este aumento en Asturias de la tasa de pobreza es superior al conjunto del país: 2,6 puntos porcentuales.

Analizando la Encuesta de Condiciones de Vida, que elabora el INE, entre el inicio de la crisis (año 2008) y el año 2013, se extraen las siguientes conclusiones:

• El número de hogares que no pueden permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año se sitúa en Asturias en el 34,9% (casi 5 puntos más que en 2008). En España este porcentaje se eleva al 45,8% (más de 11 puntos respecto a 2008).

• Los hogares que no pueden permitirse una comida de carne, pollo o pescado, aumentan en más del doble, hasta el 2,3%.

• Los hogares que no pueden permitirse tener la vivienda a una temperatura adecuada aumentan en más del doble desde el 4,2% en 2008 al 10,1% en 2013.

• Casi 3 de cada 10 hogares asturianos no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos.

• Los hogares que han sufrido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, comunidad) se triplican pasando del 1,3% al 4,6%.


La pobreza está relacionada con la evolución del empleo pero también, y muy especialmente, con  la intensidad y continuidad de este a lo largo del año. Con ello, los hogares con menores niveles de pobreza son aquellos en el que el mayor número de personas trabaja a tiempo completo el mayor número de días a lo largo del año.

En este sentido se aprecia como en los últimos años se está produciendo un alarmante precarización del empleo en forma de un fuerte aumento de la contratación a tiempo parcial lo que constituye una de las causas por las que las tasas de pobreza se disparen.

Así en el año 2014, en torno al 40% de los contratos realizados en el mes de junio son a tiempo parcial (más de 13 puntos porcentuales más que en el mismo mes del año 2008) y en torno al 95% de los contratos registrados son temporales.

A lo anterior se añade el problema del paro de larga duración (63% del total de desempleados), que implica que muchos desempleados han agotado su prestación por desempleo, produciéndose un trasvase de parados que reciben prestaciones contributivas hacia carácter asistencial (54% del total), de menor cuantía. Este hecho hace también que se disparen los hogares que llegan con dificultad a fin de mes o sufren retrasos en pagos relacionados con la vivienda.

En este contexto, los jóvenes son uno de los colectivos más afectados y continúan registrando unas tasas de paro inasumibles, que alcanzan en Asturias en el segundo trimestre del año al 47,1% de los menores de 25 años (53,1% en España). El  mercado laboral continúa castigandoles con dureza y negándoles una oportunidad laboral. El colectivo de primer empleo, formado mayoritariamente por jóvenes, sigue siendo el más perjudicado por la evolución del paro. En el mes de agosto el desempleo de primer empleo experimentó en nuestra región una subida interanual del 7,3%, muy por encima del incremento registrado a nivel nacional: 2,6%.

La Unión General de Trabajadores de Asturias demanda, ante esta situación, constatado sobradamente el nefasto impacto de las políticas de austeridad, demanda un giro radical  en la política económica y laboral de nuestro país, ya que la recuperación económica pasa por mejorar los salarios, crear empleo de calidad y recuperar los derechos laborales perdidos, junto con la protección social  y  el  acceso  a  unos  servicios  públicos  de  calidad.  La negociación  colectiva  es  un  instrumento  clave  para  luchar contra la devaluación de los salarios que está sufriendo los trabajadores y está lastrando la recuperación económica y del empleo.

Es fundamental también incrementar el gasto en protección social, donde la tasa española es inferior a la media comunitaria,  y llevar a cabo una ambiciosa reforma fiscal que persiga la suficiencia de recursos públicos.

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