La población se sigue empobreciendo y aumentan las desigualdades

La precariedad se extiende entre quienes tienen trabajo, a través de bajos salarios y malas condiciones laborales y entre quienes están en el paro, a través de una cada vez menor protección. Todo ello configura una sociedad cada vez más pobre y socialmente desestructurada que exige dar una salida de la crisis dignificando el empleo y los salarios y erradicar la pobreza y la exclusión social

Se mantiene la tendencia descendente del paro registrado en la región con 6.126 parados menos que hace un año que se corresponde con un proceso de creación de empleo al aumentar la afiliación a la seguridad social en 4.650 afiliaciones y un avance de la contratación.
Aun así, los niveles de paro son inadmisibles con 89.222 desempleados, el empleo creado sigue siendo temporal y de bajos salarios con tan sólo un contrato indefinido por cada 17 temporales, y se produce una menor protección frente al desempleo, con un descenso de la tasa de cobertura que deja a un 45% de los parados sin ningún tipo de prestación económica. Todo ello está conformando una sociedad cada vez más injusta donde se incrementan los niveles de pobreza y de exclusión social.
Esta caída se acompaña de un incremento en la afiliación a la Seguridad Social de 4.650 personas, el 1,4% más que hace un año. Si bien arrojamos el menor avance de afiliación del escenario autonómico.

Cabe destacar como el descenso de extiende para el conjunto de sectores de actividad económica, con especial incidencia en el sector de la Industria y de la Construcción, no así entre el colectivo de parados de primer empleo, por el efecto del paro entre los más jóvenes a quienes la falta de oportunidades laborales y pocas expectativas les aboca a una emigración laboral forzosa, con la consiguiente pérdida de capital humano cualificado y mayor caída de la tasa de actividad laboral donde nuestra región abandera los menores niveles.

Hay que incidir, una vez más, como a pesar de la reducción del paro y del aumento del empleo éste se apoya en el avance de la precariedad y bajos salarios, donde la tónica dominante sigue siendo la temporalidad. Así a lo largo del mes de junio a pesar del avance de los contratos indefinidos en un 3,6% interanual, se han registrado un 94,4% de contratos temporales en las oficinas del Servicio Público de Empleo, lo que arroja una relación de un contrato indefinido por cada 17 temporales. A todo ello se une una nueva caída en la tasa de cobertura, una menor protección económica frente al desempleo.

No cabe hablar de recuperación económica ni del mercado laboral mientras el empleo creado se base en los bajos salarios y la precariedad, mientras se siga también precarizando la situación de los parados ante la caída de la tasa de cobertura y el desempleo siga siendo crónico entre determinados colectivos como son los parados de larga duración, los jóvenes y los mayores de 45 años. Todo ello continúa provocando un inadmisible empobrecimiento generalizado de la población y un fuerte aumento de las desigualdades y de la exclusión social.

Estos datos indican que la situación en general sigue siendo muy precaria e inadmisible por lo que es necesario el consenso en el ámbito de la concertación social y el acuerdo, en el nuevo marco político, entre los grupos parlamentarios a fin de conseguir un gobierno sólido y estable para poder desarrollar políticas activas de empleo y de protección social que den respuesta a los ciudadanos.
 

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