A mediodía de hoy, 15 de mayo de 2018, día de la Nakba del pueblo palestino, nos hemos concentrado en Oviedo, frente a la Delegación del Gobierno en Asturias, en la plaza de España, en una movilización solidaria convocada por la Asociación de la Comunidad Hispano-Palestina «Jerusalén», UGT, CCOO, Izquierda Unida y Podemos.
Exigimos la intervención del Gobierno español, junto a los gobiernos europeos y las instituciones de la Unión Europea, para tomar las medidas necesarias para obligar al Estado de Israel a cumplir la legalidad internacional y las resoluciones de la ONU relativas a Palestina.
Las organizaciones convocantes hemos firmado un manifiesto de solidaridad con el pueblo palestino y para llamar la atención sobre el reiterado incumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas y la irresponsabilidad de aquellos cuyas actitudes no solo no obran en favor de la paz y del entendimiento, sino que fomentan el odio y la barbarie, como es el caso de Estados Unidos.
Asimismo, condenamos enérgicamente la barbarie que el gobierno del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu está llevando a cabo contra las personas que habitan en Palestina y el uso de armamento que el ejército de Israel despliega sobre la población civil en Gaza, como hace con los drones armados. Exigimos, en consecuencia, el fin de la ocupación de Palestina por parte de Israel, el retorno de todas las personas refugiadas a sus hogares en Palestina, el cumplimiento de la legalidad internacional y las resoluciones de la ONU por parte de Israel de todos los actores del conflicto, el respeto de los Derechos Humanos, el reconocimiento del Estado palestino Independiente en las fronteras del 4 de junio de1967 y Jerusalén Este como capital de mismo, y la liberación de los presos y presas políticas palestinas en las cárceles israelíes, entre las que se incluyen niños y las niñas como Ahed Tamimi.
UGT considera que el Gobierno de España, como miembro del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, tiene la obligación y responsabilidad de impulsar estas demandas, en particular la exigencia al gobierno Netanyahu del respeto a los derechos humanos, así como el cese en su política de vulneración sistemática de éstos.
La Nakba es el día de luto nacional del pueblo palestino, en el que se recuerda la expulsión de más de 800.000 personas de sus hogares, la usurpación de su tierra, el exilio y la destrucción de más de 500 poblaciones y aldeas palestinas.