Nos concentramos el último martes de cada mes ante estos juzgados, la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores y Comisiones Obreras de Asturias, para manifestar nuestra más absoluta repulsa hacia la violencia machista.


A través de nuestra acción sindical, la negociación colectiva y la participación institucional, Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores continuamos combatiendo todas las formas de violencia machista y seguiremos en la lucha para lograr la igualdad efectiva entre mujeres y hombres en el ámbito laboral.


Como sindicalistas tenemos que aportar en las empresas nuestros valores y denunciar cualquier acto de violencia que veamos dentro y fuera de ellas. Es importante no dejar a nadie atrás, y acabar con el maltrato que siguen sufriendo miles y miles de mujeres. Vamos a seguir peleando para que esto no suceda.


Es imprescindible que desde las Administraciones públicas se prioricen las actuaciones frente a la violencia machista y se destinen los recursos y servicios necesarios para una prevención
y atención integral efectiva, que pueda garantizar a las mujeres una vida en libertad y el pleno ejercicio de sus derechos.


Aunque los datos empiezan a cambiar, todavía queda mucho por hacer. Debemos fomentar el respeto y la igualdad entre todos, no quedarse impasibles cuando tengamos un caso de estas características en nuestro entorno; y elaborar más campañas de conciencia social, que influirían sin duda en la eliminación de esta lacra.


Debemos esforzarnos por cambiar costumbres y mitos arraigados en nuestra sociedad que sitúan a las mujeres en posiciones de sumisión e indefensión. Por todo ello nos declaramos feministas, e integramos la perspectiva de género en todas nuestras acciones sindicales.


La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores y Comisiones Obreras de Asturias tenemos la obligación de trabajar para lograr una sociedad libre de violencia. Pero toda la sociedad debe implicarse en la lucha contra la violencia machista. Por eso pedimos que cualquier sospecha de maltrato sea denunciada. El silencio nos hace cómplices.


Dedicamos este manifiesto a todas las mujeres, a las de antes, a las de ahora y a las del futuro, para que hoy y siempre miremos con perspectiva de género, ponernos las gafas moradas y continuar avanzando hacia la igualdad.

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