Estimados compañeros y compañeras:

En nombre de la UGT de Asturias, un año más, os queremos agradecer la confianza que depositáis en este sindicato, solo con vuestra fidelidad conseguiremos que el lema de nuestro Congreso, “+sindicato + derechos”, sea una realidad.

Somos conscientes de que en Navidad no solo trabaja “Papá Noel”; también muchas personas jóvenes, que, por desgracia, lo harán en muchos casos, en auténticas situaciones de precariedad laboral. Por eso tenemos mucho trabajo por delante y motivos para afrontarlo, en este año 2026, que ahora va a comenzar con esperanza e ilusión.

Entre otras cosas, porque contamos con un Proyecto de Presupuestos del Principado, para 2026, de 6.993 millones de euros (+4,9%), una cifra que da oxígeno a la acción pública y que debe traducirse en servicios más fuertes, oportunidades reales y más cohesión territorial. Pero el dinero, por sí solo, no garantiza avances: lo decisivo es que cada euro se convierta en mejor vida para las personas y en empleo digno.

Por eso, como sindicato, queremos señalar prioridades claras para 2026:

Seguir fortaleciendo nuestros Servicios Públicos, porque son el mejor instrumento que tenemos para combatir la desigualdad social; porque vertebran y democratizan la sociedad; porque nos igualan a toda la ciudadanía; porque son el patrimonio de quienes no lo tienen; y porque necesitamos una sanidad pública que nos iguale: pacientes, no clientes. La sanidad pública es el gran ascensor social: nos protege cuando más vulnerables somos. Por eso, 2026 tiene que ser el año de blindar la Atención Primaria, reducir esperas y reforzar plantillas, para que nadie pueda usar las demoras como argumento para empujar a las personas hacia la sanidad privada. La apuesta presupuestaria anunciada para 2026 y el refuerzo en primaria deben medirse en resultados, centro a centro; dentro de esa batalla, una prioridad del país es la salud mental, Asturias cuenta con planificación específica y debe dotarla con fondos y profesionales para estar entre los sistemas más avanzados, con prevención, atención comunitaria y recursos para la infancia, la juventud y las personas trabajadoras.

La educación pública necesita recursos suficientes no solo para nóminas —imprescindibles—, sino para infraestructuras, nuevos institutos donde hagan falta, una FP moderna y refuerzo de apoyos. Asturias debe abrir aún más su economía a la innovación y a sectores tecnológicos, apoyando el talento, la investigación y la transferencia. El refuerzo presupuestario en ciencia, universidad e innovación debe convertirse en oportunidades para nuestra juventud.

La población cada vez está más envejecida; por eso es necesario, cuanto antes, poner en marcha lo que tenemos establecido en la Concertación Regional: un “pacto por la ciudadanía”, que debe garantizar una mayor calidad del servicio, sin que caiga sobre las espaldas de las personas trabajadoras. Pero, para tener unos servicios públicos potentes, hay que acabar con el “populismo fiscal” que pretende mantenerlos bajando impuestos.

La mejora de la conectividad seguirá siendo un objetivo prioritario. La mejora de la red ferroviaria —especialmente la de ancho métrico— no puede seguir siendo una promesa aplazada. La llegada de nuevos trenes y la modernización del material rodante debe ser sinónimo de fiabilidad, frecuencias, seguridad y tiempos razonables para quienes estudian, trabajan o viven en el medio rural y se mueven cada día.

Junto al tren, un aeropuerto que “se hace mayor” y que tiene que ganar ambición: más rutas y más destinos para conectar Asturias con Europa y el resto del mundo, y para que también nuestras empresas, nuestra Universidad y nuestro turismo tengan mejores puertas de entrada y salida. La confirmación de nuevas rutas es un paso en la buena dirección, pero no debe ser el último.

Menos burocracia, más soluciones. La ciudadanía y las empresas no pueden perder energía en pasillos interminables. Agilizar trámites, digitalizar con sentido común y reducir cargas administrativas es clave para atraer inversión, acelerar proyectos y mejorar la relación de las personas con lo público. La aprobación y despliegue de la Ley Simplifica de Asturias, debe notarse en la vida diaria: en licencias, ayudas, dependencia, vivienda y actividad económica.

Industria con futuro: acero, energía y sostenibilidad. El acero no puede vivir bajo el fantasma permanente de una “rentabilidad” cortoplacista. Asturias necesita que las grandes empresas industriales ejecuten las inversiones comprometidas y mantengan una política de aumento de la capacidad productiva, con una hoja de ruta clara, porque hablamos de empleo, de cadenas productivas y de comarcas enteras. La descarbonización debe ser una oportunidad industrial y laboral, no una excusa para recortar.

En ese mismo horizonte, es fundamental el anillo central en la planificación eléctrica: reforzar la red es condición para la industria, electrificación y nuevos proyectos estratégicos. Pero hay que hacerlo con transparencia, participación y garantías ambientales.

Reordenación urbana, movilidad y vivienda asequible. Asturias necesita ciudades más habitables: mejorar la movilidad, ganar espacios de calidad y, sobre todo, afrontar la falta de vivienda y la escasez de aparcamiento con planificación, rehabilitación y parque público. Proyectos como el desarrollo de los terrenos del antiguo HUCA, en El Cristo o la transformación de Naval Azul deben impulsar empleo y ciudad, sin olvidar la vivienda y los servicios que sostienen la vida cotidiana.

Hay un reto inaplazable: más vivienda pública, ordenar el mercado del alquiler, limitando el precio y controlar el impacto de las viviendas de uso turístico, para que el derecho a vivir en tu barrio no sea un lujo.

La salud laboral está dejando, en los dos últimos años, demasiadas muertes, por culpa de la falta de cultura preventiva de las empresas, del abuso en el uso de los Servicios de Prevención Ajenos y de una Ley de Prevención de Riesgos Laborales del siglo pasado. Es necesario más inspecciones y más sanciones, porque en pleno siglo XXI, nadie tiene por qué morir por el simple hecho de ir a trabajar.

El próximo año seguiremos hablando de turismo, porque Asturias está ganando peso como destino y hasta como “refugio climático” en verano, pero el crecimiento turístico exige también gestionar sus efectos sobre la vivienda, los servicios, la movilidad, el medioambiente y la convivencia, para no expulsar a quien vive aquí. Hablaremos también de cómo seguir combatiendo la violencia de género y la brecha salarial entre hombres y mujeres; de cómo seguir potenciando los derechos LGTBI en las empresas; y de acabar con la desigualdad social y el aumento de personas en riesgo de pobreza.

En el año 2026, seguiremos defendiendo lo que nunca debería ponerse en duda: trabajo estable, salarios dignos, con una subida del SMI que permita seguir bajando e incentivando el consumo que está permitiendo que España sea el país que más crece económicamente en la UE. Lo haremos con diálogo, cuando sea posible, con firmeza, cuando sea necesario, y siempre al lado de las personas trabajadoras y de la ciudadanía.

Deseamos que estas fiestas os traigan descanso, cercanía, fuerza y que el nuevo año llegue con salud, paz, justicia social y oportunidades para todas y todos los asturianos y asturianas. Recibid un fuerte abrazo.

secretario General de UGT Asturias

No hay comentarios

Dejar respuesta