Hoy, con una concentración ante la Delegación del Gobierno en Oviedo, UGT y CCOO de Asturias han realizado la primera de las acciones de movilización previstas para las próximas fechas en defensa del sistema público de pensiones. Con ellas continúa la campaña que vienen llevando acabo en los últimos meses para exigir garantías para la viabilidad de las pensiones públicas y expresar su rechazo a la política desarrollada del PP, «que solo ha servido para traer precariedad laboral y empobrecer a los pensionistas».
En el transcurso de la concentración, la joven Paula Díaz leyó un manifiesto que recoge el punto de vista sindical sobre la situación y las principales reivindicaciones. Una vez leído, los secretarios generales de pensionistas de UGT y CCOO registraron el escrito en Delegación del Gobierno, ante la evasiva del Delegado, Gabino de Lorenzo, que decidió eludir la entrevista solicitada por los veteranos sindicalistas para hacerle entrega del documento.
El manifiesto señala lo siguiente:
«Asistimos desde hace tiempo a una intensa ofensiva de opinión sobre la situación, la financiación y viabilidad del sistema público de pensiones en relación con el envejecimiento de la población y el coste de las nuevas pensiones. Hay intereses financieros que la promueven y partidos políticos que la asumen y prefieren los sistemas privados de pensiones.
Su objetivo es que nos mentalicemos de la inviabilidad del sistema público y que los pocos que puedan opten por pensiones privadas o aceptemos nuevos recortes para consolidar prestaciones de miseria.
Pero, aunque ciertos sectores lo pretendan, el sistema no está en quiebra en absoluto. Y no es la natalidad el principal problema, sino la situación económica y la calidad del empleo -tanto por su temporalidad como por los bajos salarios- y la voluntad política.
El gobierno del Partido Popular no se cansa de predicar las excelencias de la bonanza económica del país, como la creación en torno a medio millón de puestos de trabajo al año, pero evita entrar en las condiciones de precariedad y temporalidad. Los contratos-basura no aportan suficientes ingresos a la caja única de la Seguridad Social mientras la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo es incapaz de consensuar vías de financiación que garanticen la viabilidad del sistema.
A fecha de hoy el déficit de la Seguridad social supera los 82.000 millones de euros. El fondo de reserva, que en 2011 tenía 67.000 mil millones de euros, ahora se encuentra con 8.095 millones de euros y hay que hacer frente a un préstamo de 10.192 millones, utilizado para hacer el pago de pensiones en 2017. En 2018 hay que volver a endeudarse en otros 15.000 millones de euros para poder pagar las pensiones y, como remate, la tasa de ocupación de los jóvenes en España es ínfima (En el colectivo de entre 20 y 24 años, 7 de cada 10 no trabajan).
Además, estos préstamos son envenenados, porque suponen aumentar el endeudamiento de la Seguridad Social y según la reforma aprobada por el PP en 2013, mientras exista déficit, el porcentaje a aplicar a las pensiones anualmente es el 0,25% como ya ocurrió este año y el anterior.
Con todo esto, el proceso de empobrecimiento de los pensionistas en nuestro país, en los próximos años, será uno de los más intensos de la OCDE, debido a la reforma del Gobierno de 2013, que rompió con la revalorización respecto al IPC y estableció un mecanismo de devaluación de las pensiones. Este Índice de Revalorización, según cálculos del Fondo Monetario Internacional, provocará una reducción en términos reales de un 30% de la pensión a lo largo de veinte años.
La indignación de los pensionistas es cada vez mayor porque el Gobierno ha recortado conscientemente las pensiones, pues se prevé una inflación bastante más elevada que el 0,25%.
Estamos impulsando un campaña para protestar contra la insuficiente subida de las pensiones del 0,25% para este año, impuesta por el Gobierno del PP, a través de la reforma de pensiones de 2013, que nos ha condenado a perder poder adquisitivo este año y que volverá a ocurrir lo mismo para 2018.
Y no podemos consentirlo. Basta de que nos sigan tomando el pelo con tantas cifras de lo bien que marcha la economía, cuando las pensiones siguen congeladas y perdiendo poder adquisitivo.
Las Pensiones son uno de los pilares del Estado de Bienestar, como la sanidad y la educación. No puede existir duda sobre el derecho que asiste a percibirlas, hagan las cuentas que quieran los gobiernos de turno.
Forman parte del reparto de la riqueza del país, obtenida de los impuestos, cotizaciones, plusvalías, etc. Luego ya sabemos cómo distribuyen el presupuesto nacional, camuflando el gasto militar o aumentado el 80% la contribución a la OTAN, rescatando autopistas o tapando el agujero negro de la banca, 45.000 millones de euros que se dan por perdidos y jubilaciones millonarias de los directivos.
Es por esto que insistimos en la necesidad de priorizar la aplicación de medidas decididas a aumentar los ingresos del sistema, entre ellas, políticas para acabar con el alto nivel de desempleo, la devaluación salarial y la precariedad del empleo. El Estado tiene que asumir los gastos de la administración de la Seguridad social, hay que eliminar las bonificaciones a la contratación de las empresas con cargo a ella, suprimir los topes y luchar contra el fraude.
No vamos a cesar en nuestro empeño de denunciar esta situación, ni de apuntar soluciones al Gobierno y estar presentes en todos los foros, tanto en el diálogo social, como si se nos convoca en el ámbito parlamentario, a través del Pacto de Toledo.
Rechazamos el empobrecimiento de los pensionistas actuales y futuros y exigimos soluciones, de manera inmediata, para que esto no ocurra. Son medidas que pasan por la derogación de la reforma de pensiones de 2013 y que las pensiones se vuelvan a revalorizar conforme al coste de la vida.
El futuro de las pensiones tiene solución nacional e incluso europea. Y dada la situación que atravesamos es inaplazable un plan integral de medidas dirigidas a incrementar los ingresos de la Seguridad Social de forma eficaz o destinando parte de los impuestos al mantenimiento de nuestro sistema de pensiones.»
Las próximas concentraciones, que serán ante la Tesorería General de la Seguridad Social en Oviedo (11,30 horas, c/ Pérez de la Sala) serán el 1 y 15 de marzo. UGT y CCOO de Asturias piden máxima participación.