Apenas hora y media después de que la Delegada de Gobierno y el Consejero competente en el ámbito de las relaciones laborales de esta comunidad autónoma, nos recibieran y escuchar nuestros análisis, exigencias y propuestas para acabar con la sangría que la clase trabajadora estamos padeciendo en los últimos meses, recibimos la terrible noticia de otro fallecido en el ejercicio de su actividad profesional: un trabajador de la construcción perdía la vida al ser golpeado por un andamio (según las primeras investigaciones) en la obra en la que estaba trabajando en Gijón.

En Asturias en lo que llevamos de año se han producido al menos 13 víctimas mortales de la siniestralidad laboral, y un buen número de accidentes graves en jornada. Tras unos primeros momentos de rabia y desconcierto ante este nuevo accidente mortal, sólo tenemos una certeza: las muertes las ponemos la clase trabajadora, y nadie más. Compañeros y compañeras, el trabajo nos está matando.

3 de octubre de 2024: un trabajador fallece en un taller de estructuras metálicas, supuestamente al ser golpeado en la cabeza por una pieza de grandes dimensiones.

11 de septiembre de 2024: un trabajador fallece en Figaredo cuando la plataforma elevadora que manipulaba fue embestida por un tren de cercanías.

5 de septiembre de 2024: dos trabajadores fallecen en el Musel durante una maniobra de desmontaje de una grúa de grandes dimensiones.

28 de agosto de 2024: un trabajador fallece al ser golpeado por una rama mientras realizaba labores de desbroce en un monte cercano a Infiesto.

8 de julio de 2024: un trabajador fallece en las instalaciones industriales en las que trabajaba en el valle de Tamón, en Carreño, atrapado en una máquina de embalaje.

Durante esta terrible secuencia de muertes en el trabajo también se han producido accidentes graves, que afectaron considerablemente a la salud de al menos 10 trabajadores, afortunadamente todos ellos recuperándose de sus lesiones.

Accidentes que nunca debieron ocurrir, y todo parece indicar, tras las primeras investigaciones, que se han producido por incumplimiento de la normativa o de las reglas más básicas de seguridad establecidas.

Desde Comisiones Obreres d’Asturies y la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores queremos trasladar nuestro más sentido pésame y solidaridad a la familia de Pedro Rodríguez Rico, este veterano trabajador que nunca debió perder la vida de la manera en que lo hizo, al igual que las 12 personas que la perdieron en lo que va de año.

Llevamos unas semanas trágicas, que nos llenan de dolor, rabia e impotencia. En apenas tres meses hemos tenido que lamentar7 víctimas mortales, trabajadores que salen a primera hora del día a ganar su sustento y el de sus familias, y que nunca regresan.

Son cifras que producen escalofríos. Según las estadísticas del Ministerio de Trabajo, cada día en nuestro país mueren dos personas en accidente laboral. ¿Qué pasaría si esas estadísticas tuvieran otros nombres u otra dedicación?¿Habría más control, más vigilancia, más contundencia?

¿Qué está pasando? La conclusión de todo esto es que alguien no está cumpliendo con su responsabilidad, y no somos precisamente quienes pagamos con nuestra salud o con nuestra vida.

La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores, al igual que CCOO d´Asturies, exigimos el cumplimiento estricto de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y mano dura por parte de las Administraciones, porque la prevención salva vidas. Hay que para esto como sea. Debe convertirse en prioridad absoluta de quienes nos gobiernan, de quienes nos dan trabajo. Los trabajadores y trabajadoras de este país, de esta región, somos los recursos más preciados que tiene, somos quienes generamos la riqueza, con la fuerza y el compromiso en nuestro trabajo.

El trabajo decente salva vidas. La precariedad las enferma y nos mata. Lo sabemos bien. Patologías laborales que no se tienen en cuenta, condiciones de trabajo que acaban con la salud y la vidade las personas trabajadoras, falta de medidas preventivas, falta de formación, falta de medios… Inseguridad laboral.

Es responsabilidad de las empresas velar por el cumplimiento de la legislación y garantizar la seguridad de las personas trabajadoras a su cargo. Por eso conviene recordar que esto no va de responsabilidades compartidas, ni de concienciación por parte de las y los trabajadores…¡Por favor! ¡No somosnosotros quienes imponemos la precariedad! ¡No somos los trabajadores y trabajadoras los responsables de la ausencia de medidas de prevención y seguridad! ¡Pero sí somoslas víctimas, quienes nos dejamos la vida en el trabajo!

Por eso es tan importante que el Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales y la Inspección de Trabajo y Seguridad Social cuenten con más personal de apoyo y realicen más visitas preventivas y sancionadoras. Y que los servicios de prevención propios y ajenos bajen a los tajos y extremen la supervisión. Toda prevención es poca. Cada vida es única y sagrada.

Hay que castigar severamente a quien incumple la legislación. Tras cada accidente se deben investigar las causas y dirimir las responsabilidades a que haya lugar. Y habría que incrementar las sanciones con quien se salte el deber de proteger la salud y la seguridad de las personas trabajadoras.

No hay comentarios

Dejar respuesta