La Secretaría de Igualdad de UGT Asturias ha presentado su informe sobre la situación de las mujeres en el mercado laboral asturiano, que aborda el panorama a lo largo de 2017 y analiza parámetros como el paro registrado, la EPA, actividad, ocupación, paro, inactividad, contratación, salarios y pensiones, tasa de riesgo y pobreza, la mujer en el sistema educativo, conciliación y participación en la vida política y empresarial.

Como se recoge en la introducción del informe, en el año 2017 el mercado laboral ha mostrado un balance aparentemente positivo enmarcado en un proceso de creación de empleo y reducción del paro. Esta marcha positiva se ve empañada por el empeoramiento de las condiciones laborales, con un aumento de la temporalidad, de la parcialidad, una menor duración de los contratos y por tanto un aumento de la rotación laboral. A ello hay que unir un descenso en la protección frente al desempleo.

Las mujeres muestran una evolución más desfavorable que los hombres en el último año y que viene a agravar aún más las diferencias por razón de género que ya existían en nuestro mercado laboral. El descenso del paro entre los hombres es superior al de las mujeres, en cambio ellas presentan una mayor pérdida de población activa, un estancamiento en la creación de empleo, un aumento de la temporalidad, un aumento de la parcialidad y un descenso del empleo a tiempo completo.

Esta mayor precariedad laboral que sufren las mujeres, unido a otros factores, hace que sus salarios sean más bajos, lo que incide negativamente en las prestaciones al tener cotizaciones más bajas y de menor duración y en la pensión futura. Esto se traduce en mayores tasas de pobreza y exclusión social.

La falta de una red de apoyo a la conciliación (cuidado de menores y dependientes) y la baja corresponsabilidad de los hombres en las tareas domésticas hace que las mujeres tengan que dedicar más tiempo a las mismas, lo que supone una desventaja a la hora de acceder al mercado laboral  en comparación con los hombres y avanzar en la consolidación de su carrera profesional .

Todo ello a su vez tiene repercusiones sobre la natalidad. Desde los poderes públicos debe consolidarse una red de servicios públicos que ayuden a la conciliación (Ley de Dependencia, escuelas de 0 a 3 años, servicios de comedor a niños/as…) y actuaciones de concienciación de los hombres en las responsabilidades domésticas para así liberar a la mujer de esta carga, a la vez que tendrá efectos positivos sobre la preocupante realidad demográfica que sufre Asturias.

Asimismo, deben diseñar políticas activas para incorporar a las mujeres a empleos estables y de calidad, especialmente en aquellos que tengan una menor presencia femenina, así como reducir las discriminaciones salariales; para ello desde la UGT demandamos la puesta en marcha de una Ley de Igualdad  salarial entre mujeres y hombres que ayude a reducir la brecha salarial.

Las mujeres tienen escasa presencia en estudios relacionados con ciencia y tecnología, siendo precisamente estas disciplinas las que tienen una mayor proyección de creación de empleo en un futuro próximo con la denominada “revolución 4.0”.

Por ello si las mujeres no acceden a este tipo de formación las diferencias de género lejos de corregirse se ampliarán en los próximos años. La incorporación de mujeres a este tipo de formación pasa por romper estereotipos sociales y familiares  en la elección de estudios.  A continuación se analiza brevemente la situación de las mujeres en distintos contextos:

En el ámbito laboral, las mujeres presentan el siguiente balance en el año 2017:

  • Un mayor nivel de desempleo  (55% del total) y menor ritmo de caída  en términos interanuales: 5,7% (10,5% entre los hombres) .
  • Una tasa de actividad  (46,6%), 9 puntos porcentuales inferior a la de los hombres  (55,6%).
  • Existe una segregación ocupacional  que hace que el 90%  de las mujeres  están empleadas en el sector servicios, que se caracteriza por tener empleos más precarios y peor remunerados.
  • Entre las mujeres hay un mayor predominio del empleo a tiempo parcial, el 23,5% de las mujeres trabaja a tiempo parcial frente al 6,2% de los hombres
  • Mayor nivel de temporalidad, con una tasa del 27,5% que supera en más de 4 puntos a la de los hombres (23,2%).
  • Unos mayores niveles de inactividad.
  • Esta mayor precariedad laboral que soportan las mujeres hace que su salario  sea en torno a 6.200 euros anuales menos  que el de los hombres.
  • La brecha salarial  de género por hora  se sitúa en Asturias en el 22%
  • La pensión femenina es 8.770 euros inferior a la masculina.

En el ámbito educativo, las mujeres obtienen mejores resultados que los hombres:

  • Menor tasa de abandono temprano  con un 16% (17,2% en los hombres).
  • Mayor tasa de graduadas en educación secundaria, segunda etapa, en bachiller con un 70,8% frente al 58,5% del colectivo masculino y en técnico con un 34,8% y 33,7%, respectivamente.
  • Mayor porcentaje  de mujeres con estudios superiores : 61,9% (44,3% los hombres).
  • Se aprecia una segregación por sexo a la hora de escoger el tipo de formación, ya que las mujeres tienen menor presencia en estudios de ciencia y tecnología. Del total de matriculados en estudios de grado en informática tan solo el 16,2% son mujeres. Estos estudios se espera tendrán mayores posibilidades de empleabilidad en el futuro.
  • Asimismo, las mujeres a pesar de obtener mayores rendimientos académicos tienen una menor presencia en puestos de responsabilidad, lo que se conoce como techo de cristal, una barrera invisible que impide que las mujeres avancen en su carrera profesional y accedan a puestos de responsabilidad.

En el ámbito de la conciliación,  se aprecia cómo ésta sigue siendo una tarea socialmente atribuida a las mujeres:

  • Dedican más tiempo a las tareas del hogar  que los hombres (el 43,6% de mujeres trabajadores/as dedica 4 horas o más al día al cuidado y educación de los hijos/as frente al 24,3% de los hombres trabajadores).
  • Escasa implicación de los hombres en el cuidado de hijos/as y familiares dependientes que sigue recayendo en las mujeres. Los datos muestran cómo las excedencias para estos cuidados son cogidas mayoritariamente por mujeres.

Estas desigualdades que sufren las mujeres en el mercado laboral tienen repercusiones directas sobre sus salarios y pensiones, en definitiva sobre su independencia económica que a su vez y en la mayoría de los casos está relacionada con la lacra de la violencia de género . En el último año la cifra de  víctimas mortales por violencia de género se situó en  49 (5 muertes más que el año anterior) y  8 menores asesinados.

El año 2017 destaca como el más negativo con la cifra más alta en el caso de menores muertos por violencia de género de los últimos años. El pasado 28 de septiembre de 2017 el Congreso de los Diputados ratificó el Pacto de Estado contra la violencia de género (VG en adelante), que en realidad debió ser un Pacto de Estado contra el machismo estructural que no nos permite avanzar como sociedad.

En dicho Pacto se recogían 213 medidas para luchar contra esta lacra, pero ha estado paralizado hasta el reciente cambio de gobierno en el país, merced a la moción de censura. Este cambio ha permitido la adopción de medidas urgentes para el desarrollo del Pacto Estado, mediante RD ley 9/2018, 3 agosto, que ha sido convalidado por el Congreso de los Diputados.

Este RD incluye la modificación de diferentes leyes: Ley de bases de régimen local, Ley de medidas de protección integral contra VG, Código civil, etc. Entre las modificaciones cabe destacar:

  • Ampliar competencias de la Administración local en la promoción de la igualdad y lucha contra la VG, ya que es la Administración más cercana a la ciudadanía y a las víctimas.
  • Fortalecer el acceso a la tutela judicial y a la justicia.
  • Ampliar mecanismos de acreditación de situaciones VG que podrá llevarse a cabo no sólo con sentencia condenatoria, orden de protección o resolución judicial que acuerde medidas cautelares, sino también mediante informe del Ministerio Fiscal y servicios sociales o servicios especializados o de acogida de la Administración pública competente.
  • Se establece la compatibilidad de las ayudas con cualquier otra de carácter autonómico o local concedida por VG.
  • Se modifica el Art. 156 CC para que no sea necesaria la autorización de los 2 progenitores para que los menores accedan a asistencia psicológica.

En todo caso, es necesario poner el acelerador en esta lucha que debería considerarse emergencia nacional si tenemos en cuenta las cifras de la vergüenza que han dejado 11 asesinadas en el mes de septiembre de 2018. Y máxime cuando esos asesinatos son sólo la punta del iceberg de una violencia continuada que cada día viven aproximadamente 600.000 personas.

LEER INFORME COMPLETO: SITUACION MUJERES MERCADO LABORAL ASTURIANO

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