Los datos al cierre de año 2018 según la EPA arrojan un nuevo desplome de la población activa, un aspecto del nuestro mercado laboral que nos viene preocupando y sobre el que es necesario actuar para evitar el desánimo a la hora de buscar empleo y la fuga de trabajadores cualificados fuera de nuestra región, sin olvidar la relación directa con el declive demográfico.

Así, Asturias arroja una tasa de actividad del 50,3% la menor de todo el escenario autonómico y a 8,3 puntos por debajo de la media nacional. Con ello, el paro que se comporta en Asturias de forma más favorable que en el conjunto del Estado, arrojando un descenso interanual del 13,5% (-12,3% nacional) y una tasa del 12,9% (14,5% nacional) venga, sin embargo, impulsado por el descenso de los activos y no por un aumento de la ocupación que crece pero de forma muy moderada (0,6%), la menor de todas las autonomías. Basta comprobar como el descenso del paro viene impulsado en Asturias en un 25% por la creación de empleo y en un 75% por la caída de los activos. Mientras que en España la caída del paro se nutre por el aumento del empleo más la incorporación de nuevos activos al mercado.

Por sectores nos preocupa el Industrial, único sector donde se produce una caída interanual de ocupación. Esta situación no es nada halagüeña si tenemos en cuenta las amenazas que en la actualidad pesan sobre la industria asturiana.

Asimismo, cabe destacar los desequilibrios que siguen pesando sobre el mercado laboral, tanto en Asturias como en España. En nuestro caso, con una tasa de parados de larga duración del 52%, una temporalidad del 24%, y diferencias de género que se mantienen. Si la temporalidad, el paro, las tasas de actividad o los bajos salarios son preocupantes en el conjunto del mercado laboral, lo son más aún entre el colectivo de mujeres que sufren de forma más intensa los desequilibrios y las desigualdades. Así se produce un diferencial por género de 7,4 puntos en tasas de actividad, de 7,8 en tasas de empleo y de 2,6 puntos en tasas de paro.

En este escenario es preciso impulsar un empleo de calidad, con derechos y salarios dignos, así como a incrementar la protección social frente al desempleo. Para ello es preciso derogar la reforma laboral, revisar y reforzar el sistema de protección frente al desempleo y continuar apostando e impulsando políticas activas de empleo en el ámbito de la Concertación Regional y del Dialogo Social.

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