El mes de junio arroja un nuevo descenso interanual del paro regional: 9,6% (cerca de 8.000 desempleados menos), caída inferior a la media del país: 10,7% y situándose en séptimo lugar entre las comunidades autónomas con menores retrocesos.

Por sectores, el paro desciende en todos destacando en términos relativos la construcción (18,2%) y la industria (14,7%). Cabe señalar como el descenso del paro refleja el fuerte carácter estacional del empleo contabilizando los servicios en torno a 4.700 parados menos, que representan el 59% de la caída total.

Este descenso del paro viene impulsado por el comienzo de la campaña de verano y por tanto en el sector terciario lo que conlleva un empeoramiento de la calidad del empleo como se refleja claramente en el descenso de la contratación indefinida, con un 7,6% menos, mientras que en el conjunto del país aumenta un 12,1%, siendo además Asturias la única comunidad donde la contratación indefinida arroja datos negativos. Así del total de los contratos registrados en el mes de junio el 94% son temporales, lo que supone que por cada contrato indefinido se registran 15 temporales.

Las mujeres presentan una evolución más desfavorable que los hombres con un menor ritmo de descenso del paro, en torno a la mitad: 6,9% y 12,7%, respectivamente.

Los datos de afiliación a la Seguridad Social muestran una subida del 2,3% (en torno a 8.000 afiliados más), nuevamente un crecimiento menos intenso que la media y que nos sitúa en cuarto lugar entre las comunidades donde menos crece la afiliación, tras Castilla y León, Cantabria y País Vasco.

La protección por desempleo continúa reduciéndose y a día de hoy el 55% de los desempleados ya no cobra prestación. Esta situación está haciendo que las tasas de pobreza no dejen de aumentar, a lo que se une como consecuencia de la precarización del empleo la aparición de una nueva figura, el trabajador pobre, persona que aún teniendo un empleo tiene graves dificultades para llegar a fin de mes.

Una vez más desde la UGT continuamos demandando la derogación de las reformas laborales, así como un refuerzo de la actividad de la Inspección de Trabajo en su lucha contra el fraude y explotación laboral y una mejora de las políticas activas de empleo. En definitiva urge la puesta en marcha de un plan de choque por el empleo. En el ámbito de la protección social y ante la cada vez menor protección de los desempleados exigimos una prestación de ingresos mínimos.

A nivel regional es prioritario impulsar las medidas recogidas en el acuerdo de concertación especialmente aquellas de fomento del empleo y dirigidas a colectivos más desfavorecidos como jóvenes, mayores de 45 años y mujeres.

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